"Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra".

(Salomón Jedidías ben David, Qohelet 11:1, 2).

domingo, 19 de junio de 2011

(5) LA PROBLEMÁTICA DE LOS FÓSILES IMPUTADOS A LA SUPUESTA ASCENDENCIA HUMANA



CAPITULO 5 

LA PROBLEMÁTICA DE LOS FÓSILES IMPUTADOS A 
LA SUPUESTA ASCENDENCIA HUMANA 

Puesto que el sentido común y la observación del mundo que nos rodea nos muestra la vida perfectamente diferenciada en géneros y especies y naturalezas, nos muestra también la ausencia de formas intermedias entre género y género, es decir, géneros en transición, entre la multitud de seres vivos que hoy existen, los hombres se han tenido que volcar a un supuesto pasado remotísimo donde se supone ocurría lo que normalmente no vemos que ocurre hoy a nuestra vista. Así surgió la fe evolucionista suponiendo que las formas de transición que no vemos hoy y que están ausentes entre los géneros a pesar que los géneros mismos si están presentes, las formas de transición, decíamos, que no se hallan en la realidad presente, se imaginan en el pasado, al cual se hace exageradamente remoto para poder acuñar la explicación de los innumerables millones de milagros requeridos para las supuestas transiciones. Comenzó entonces la codiciada cacería de registros fósiles y entre el montón desordenado de estos se procedió a la selección de aquellos que pudiesen adaptarse, con la ayuda de la imaginación, a la hipótesis evolucionista; y algunos que no se adaptaban por sí solos, fueron adaptados a la fuerza. Así que apartando los restos fósiles de sus circunstancias reales fueron acomodados y rellenados dentro de un supuesto y meramente imaginario árbol genealógico, al cual se le conceden por necesidad y obligación cantidades de tiempo imposibles según los hechos observables. Se le atribuye a Cronos la creación, pero Cronos no tiene credenciales. Como antes mencionábamos, ni las galaxias pueden darse el lujo de tan exagerados millones. Las órbitas keplerianas, en que la velocidad decrece desde el centro hasta el exterior, hubieran enrollado los brazos espirales de las galaxias por rotación diferencial; es conocido que los gases y las estrellas en una galaxia giran en órbitas keplerianas; pero he allí los brazos espirales sin haberse mayormente enrollado como hubiera de haberlo sido si fuese verdadero el caso de los tan exagerados millones de años del trabajo de Cronos. Y si nos seguimos acercando más a nuestro propio sistema solar, allí descubrimos que tampoco el tiempo ha tenido tiempo suficiente. El efecto Poiting-Robertson demuestra lo relativamente nuevo del sistema solar. Una partícula de roca meteórica de 1 cm. de diámetro y densidad 2,7 a la distancia de la tierra al sol caería en espiral en 10.000.000 de años al sol, según el cálculo de Robertson; lo cual significa que si hubiesen transcurrido 2.000.000.000 de años, toda masa de roca de 2 mts. de diámetro hubiera caído al sol por el efecto Poiting-Robertson, limpiando el espacio. Hasta la órbita de Neptuno estaría limpio el espacio de todo objeto menor de 2mm.1/2 de diámetro. Hasta la órbita de Júpiter, de objetos menores de 7,5 cm. de diámetro. Esto, por el
efecto Poiting Robertson actuando tal cantidad de años. Pero ¿cuál es la realidad? existe gran cantidad todavía de material meteórico en órbita sin completar la caída, el cual por el reflejo del sol produce el fenómeno de la luz zodiacal. De manera que el sistema solar es más reciente de lo que se acostumbraba a pensar. A esto añádense otras pruebas más tomadas de otras observaciones. El tiempo de acumulación de níquel de polvo cósmico indica en la escala miles y no millones de años. Dónde quedaría la brecha necesaria para la supuesta evolución entre el Ramapitecus y el Australopitecus imaginada en 10.000.000 de años?, 14.300.000 toneladas de polvo meteórico se depositan anualmente sobre toda la superficie terrestre, según las investigaciones dirigidas por el geofísico sueco Peterson. En 5.000.000 de años, la mitad apenas de lo atribuido a la brecha entre el Ramapitecus y el Australopitecus, se hubiera formado una capa de 18 mts. de espesor sobre toda la superficie del planeta, incluyendo los océanos, en ausencia de accidentes geológicos. Por la erosión, debiera haber enormes cantidades de níquel meteórico en los océanos y en sus sedimentos, pero es raro incluso en rocas terrestres y mucho más raro en los sedimentos oceánicos. Los meteoros contienen bastante níquel; igualmente existe en el polvo cósmico que continuamente se deposita sobre la tierra, y que por su descenso lento no se quema en la atmósfera. Al medirse la cantidad de este níquel existente en los océanos y en sus sedimentos, y al medirse conjuntamente la velocidad en que éste es transportado al agua desde el material meteórico, resulta el tiempo de acumulación; lo cual también cae en la escala de los miles y no de los millones de años. Según sus investigaciones, el astrónomo alemán Swimne, y también Lyttleton, estiman en base a sus cálculos en muy reciente la edad de los cometas por ellos estudiados de nuestro sistema solar. La edad pues del sistema es corta. Swimne no se permite concederle a los cometas más de 25.000 años. Lyttleton estima que ningún cometa de periodo corto puede sobrevivir más de 10.000 años. La mayoría de los astrónomos sostienen que los planetas y cometas del sistema solar datan su formación de un mismo periodo. Estos son los hechos observables. El estudio del contenido de helio en la atmósfera, de su velocidad de exudación de la litosfera, junto a otras indicaciones, permiten para la atmósfera un máximo de tiempo que cae también en la escala de los miles de años. Recordemos que, según el Dr. Melvin Cook, si la tierra tuviera tal antigüedad como la que se le pretende aplicar al interpretar los fósiles, la presión del petróleo se hubiera disipado. Pero la actual presión no indica más de 10.000 años. Si se consideran todos los factores externos, incluso los relojes radiactivos dan edades cortas, como ya ha sido demostrado. En un esfuerzo internacional de más de 90 universidades y museos, se date) por carbono 14 a 15.000 restos fósiles. Ninguno pudo pasar la barrera de los 40.000 años, a pesar de los exagerados 300.000.000 que se le atribuían. El carbón antes datado entre 200.000.000 y 300.000.000 de años ahora se date) en simplemente 1.680 años.
Loren Eisley desarrolló el método del oxigeno 18 con el que inténtase medir la temperatura de los tiempos antiguos. Por ese método sostiene demostrar que la edad del hielo es muchísimo más reciente. Ahora bien, es a partir de tal edad que los evolucionistas suponen el origen del hombre; y su fe se cimenta en restos fósiles, de entre los cuales no se ha encontrado todavía un cráneo con su esqueleto completo del supuesto hombre mono. De manera que la base del argumento es de una fragilidad extremada. Los dibujos artísticos, llamados reconstrucciones científicas, no son más que imaginaciones deseadas. De hecho, se han "reconstruido" variadas máscaras en base a un mismo pedazo de fósil. La realidad se le suele ocultar al estudiante, el cual ingiere ingenuamente las altisonantes fábulas evolucionistas. Es en honor a ellos que nos detenemos un poco más para examinar la realidad de los fósiles que acomodaticiamente imputan al imaginado árbol genealógico del hombre, la supuesta ascendencia humana. Se comienza por el Propliopitecus. Varios de entre los mismos evolucionistas lo clasifican como un simple mono gibón. Solo hay de él unos fragmentos en Egipto, y ya no es hora de pretender seguir asignándole 30.000.000 de años. Además se presenta como más "reciente" que el mimo Ramapitecus hallado en Siwalik, nordeste italiano, semejante a un chimpancé pequeño, ágil e ingenioso como los actuales. De los fragmentos fósiles del Driopitecus hallados en África y Eurasia, se dicen ser también más "recientes" que el Ramapitecus, invirtiéndose así la supuesta cadena evolutiva. Pero además, para poder explicar el paso de Propliopitecus a Driopitecus tienen necesidad de imaginar 11.000.000 de años. Después del Driopitecus admiten una Laguna en blanco en el registro fósil de unos supuestos 9.000.000 de años. Y cuán inseguro es todo esto, teniéndose en cuenta lo antedicho acerca de la cortedad del tiempo y además los accidentes geológicos ocasionados en los eventos del cataclismo diluviano, ya fehacientemente comprobado El Ramapitecus de Siwalik, Italia al nordeste, es semejante al chimpancé y no es aceptado por varios de entre los mismos evo-lucionistas como perteneciente a la línea del hombre. El Australopitecus tiene solamente un tercio de la capacidad del hombre moderno. El primero fue descubierto por Ramon A. Dart y su registro fósil está excesivamente distanciado del Ramapitecus del cual se pretende evolucionó. El evolucionista Le Gross Ckark afirma que no hay ninguna evidencia de que el Australopitecus poseyera atributos especiales asociados al hombre, y por lo tanto usa con reservas la palabra "homo" para el Australopitecus. Las supuestas evidencias de use del fuego presentadas por Ramon A, Dart no soportaron el análisis critico. Oakley y Washburn concluyeron que los huesos de Australopitecus en las cavernas eran restos de devorados por carnívoros y hienas. También el evolucionista R.L.Lehrman dice del Australopitecus no ser "homo" sino igual a cualquier antropoide. Lo mismo dice Ashley Montagh. J. T. Robinson halló en Sterfonten, África del sur, 58 artefactos de piedra perfectamente atribuibles al hombre en las mismas acumulaciones
donde se hallo el Australopitecus; de manera que tampoco en este caso se presenta lógica y eslabonada la cadena. El hombre en estratos del Australopitecus descalifica a este como su remoto antecesor. El Zinjantropus o supuesto Homo-Habilis, imaginado hombre primitivo del África, fue hallado por L. 0. Leakey. El Dr. Robinson lo clasificó como simple Australopitecus. Se trataba de un cráneo. En 1.959 fue sometido a distintos métodos para calcular el tiempo, dando diferentes edades. Huesos de mamíferos hallados en el mismo sitio donde Leakey hallo su cráneo no tenían más de 10.000 años según el carbono 14. Huesos del Valle del Omo, Etiopia, que se decían más antiguos al hallado por Leakey no pasaron por carbono 14 la barrera de los 15.000 arios. En 1.972 Leakey admitió que el cráneo era el de un mono. El profesor de la ingeniería nuclear, Dr. Whitelaw, aseguró que el "Homo-Habilis cascanueces" tenía menos de 7.000 años. ¿Como entonces atribuirlo a la supuesta ascendencia humana? Hace entonces su ostentosa aparición el hombre de Piltdown en el eslabón ascendente del supuesto árbol genealógico. Los registros fósiles fueron hallados en 1.912 por Charles Dawson y Arthur Kaith en Piltdown, Inglaterra. Se dijo descubrir un hombre-mono. Arthur Woodward y Teillard de Chardin fueron a colaborar con el trabajo. Fue "reconstruido" a partir de un cráneo, una quijada y algunos dientes. Estuvo Exhibido 14 años en el museo británico engañando a los ilus-trados que creían sin examinar; hasta que en 1.953 John Wimer y Samuel Oakley examinando minuciosamente hallaron que el tal cráneo era de un hombre moderno, y la quijada de un mono gorila moderno tratada con bicromato de potasio y sal de hierro para darle aspecto fosilizado. Los dientes habían sido limados para darle semejanza a los de un mono. Y de seguro que esta no es la única vez en que el ojo del científico es engañado. En 1.922 se hallo y "reconstruyó" el Hesperopitecus conocido también como el hombre de Nebraska. Su "reconstrucción" resultó partir de un diente de pecarí, especie de chancho. Del supuesto Homo-Erectus inclúyense del registro fósil al Pithecantropus, al hombre de Java, al hombre de Pekín y al hombre de Calais, Tanganica, a quienes la enciclopedia americana considera simples antropoides o quizás un tipo de hombre inferior. Los fósiles de Hungría, el hombre de Swascombe y el hombre de Kanjera, África, son también clasificados como supuestamente Homo-Erectus. El hombre de Java o Pithecantropus es uno de los más apreciados por los evolucionistas, y uno de los registros fósiles en que más confían y hasta se glorían. El cirujano holandés E. Dubois causó sensación al anunciar su descubrimiento en Sundra, Indonesia. Se trataba de cinco fragmentos fósiles: Según algunos, una parte superior de cráneo() de gibón gigante, un hueso y un diente. Otro grupo de paleontólogos alemanes le declararon ser al Pithecantropus un simple hombre. Dubois mismo admitió que los restos, a los que luego había añadido un sexto fragmento, parte de quijada inferior hallada en otra parte de la isla en el mismo estrato, no eran de un hombre-mono sino que los había hallado distantes entre sí. Los primeros fragmentos hasta a 20 pasos de
distancia, y había hallado también restos de hombres modernos en el mismo Lugar. Del hombre de Pekín han desaparecido las evidencias. Scientific American `66 informa del hallazgo de los restos de población de hombres modernos contemporáneos del "Homo-Erectus" entre los fósiles de Hungría. A.M. Winchester sostiene de restos en Europa del hombre de Swascombe ser contemporáneos del hombre normal. Lo mis-mo se dice del hombre de Kanjera, África. De manera que estos supuestos Homo-Erectus o pre-Neandertales eran tempranos ejemplos de Homo-Sapiens normal según se deduce también de los fragmentos de Swascombe, Inglaterra, y Steinhein, Alemania. El fuerte de Java se hallo junto con las calaveras modernas de Wadjak en área volcánica de no más de 500 años, como lo demostró la expedición de Frau Selenka en 1.907. El hombre de Heidelberg fue simplemente "reconstruido" a partir de un hueso de quijada que se aceptó como humano. ¿Cómo sostenerse en tales conjeturas?. El hombre de Rhodesia fue examinado en el esfuerzo internacional a que hicimos mención anteriormente, y el examen por carbono 14 no le asigna más de 9.000 años. Menos le fue asignado a los huesos de Tha-mesville y Catham, Ontario, Canadá. Anteriormente los evolucionistas ponían al hombre como descendiente directo del hombre de Java, Pekín, Neanderthal y Rhodesia; los evolucionistas modernos afirman que no; que el hombre no está en la Línea de los tales. Y es que se han hallado fósiles de hombres de tipo moderno en los mismos estratos y aun en estratos más "tempranos” que el de los fósiles "pre-históricos" de Java, Rhodesia y Neanderthal. Del hombre de Neanderthal, el Dr. A.T.E. Cave sostuvo en un congreso internacional de zoología en 1.958 que al examinar el esqueleto del Neanderthal hallado en Francia resultó ser el de un anciano artrítico. En el esfuerzo internacional mencionado se le aplicó carbono 14 y no paso la barrera de los 40.000 años; otros no pasaron la barrera de los 32.000 años. A un molusco vivo se le aplicó carbono 14 y pudo datarse su "muerte" hacia 3.000 años. ¿Cómo fiarse de tales cosas y exageraciones?. También la revista Harper's reconoce al Neanderthal como artrítico, y no doblados, brutales y mal desarrollados como se decía. El Times magazine del 19 de marzo de 1.961 dio la capacidad del Neanderthal en 1.625 cm.3, mayor que el hombre promedio normal. La enciclopedia mundial del '66 lo describe como completamente humano, plenamente erecto y muscular, de cerebro igual al hombre común. El de Pekín y el de Neanderthal, según I. Lissmer y T.D.Stewart, eran de rasgos faciales semejantes a los nuestros. El Neanderthal es contemporáneo del Cro-magnon, hombres europeos superiores al hombre moderno en estatura y capacidad cerebral. También los boscopoides del África del sur, que según Eiseley no pueden tener más de 10.000 años, reflejan características, seme J. Jauncey, superiores al hombre moderno. ¿Cómo puede entonces suponerse que el hombre evolucionó de ellos? Hemos seguido los eslabones fundamentales del supuesto árbol genealógico de la ascendencia que imaginadamente se le imputa al
hombre. Tal árbol genealógico supuesto está hecho trizas. Le da forma solo el deseo y la imaginación. No ha habido tiempo para su evolución y los supuestos antepasados no son más que conjeturas forzadas. El hombre aparece claramente como una creación especial.