"Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra".

(Salomón Jedidías ben David, Qohelet 11:1, 2).

viernes, 1 de julio de 2011

(1):: SUSCINTO RESUMEN BIOGRÁFICO


Capítulo I

SUSCINTO RESUMEN BIOGRÁFICO[1]


William Marrion Branham nació el 6 de abril de 1909 en Burkesville, Kentucky, Estados Unidos de América. Conta­ba él que el día de su nacimiento, según le refirieron sus familiares, una luz entró por la ventana de la humilde cabaña y reposó sobre su cabeza, asombrando al vecinda­rio. Su padre, de apellido Branam, que luego cambió en Branham, siendo su primogénito William Marrion el primero en llevar tal apellido, era de ascendencia irlandesa; su madre era de ascendencia cherokee, de la reserva indígena. William Marrion Branham desde niño, aún antes de su conversión a Cristo, tuvo visiones de las cuales él sostenía que todas tuvieron cumplimiento. Ver visiones y escuchar voces fue lo normal en toda su vida hasta la muerte. Su último hijo, José, dio indicios también de la misma capacidad, cosa por la cual, algunos de los posterio­res seguidores de William Marrion Branham esperaban que José continuara la obra de su padre.


En septiembre de 1916, a la edad de 7 años, cuenta William Marrion Branham que estando descansando un momento del trabajo en casa, bajo un árbol, oyó moverse como por un remolino de viento las hojas de éste, y una voz le habló diciéndole que se abstuviera del alcohol y del cigarrillo y de deshonrar su cuerpo en alguna manera, pues habría una obra para que él hiciese cuando llegase a mayor edad; once años después, en septiembre de 1927, a la edad de 18 años, dejó su casa y se marchó al 0este, a Jeffersonville, Indiana, la ciudad donde después se levanta­ría el Tabernáculo Branham, lugar donde W. M. Branham escogía predicar sus principales mensajes. Un año después de llegar a Jeffersonville, en 1928, se convirtió a Cristo, no sin antes haber experimentado una adolescencia sufrida y también acompañada de visiones y experiencias espiritua­les esporádicas. Inicialmente se reunió con los bautistas y al poco tiempo de convertido comenzó a pastorear un grupito. Después de un tiempo se separó de los bautistas por haberse negado a ordenar mujeres, y permaneció independiente sin afiliarse a denominación alguna, aunque poseía una tarjeta de los Hombres Cristianos de Negocio del Evangelio Completo.


El 16 de Junio de 1933, mientras se hallaba bautizando a unos conversos en el río Ohio, en Jeffersonville, un bólido de fuego se posó sobre su cabeza, lo cual causó conmoción entre los presentes y fue anunciado en el periódico; noticia que recortó Lee Vayle, doctor en teolo­gía, quien luego se uniría al movimiento branhamita, defendiendo su causa. W. M. Branham sostenía que así como Jesús había escuchado en el Jordán la voz del Padre identificándolo como Su Hijo Amado, en Quien tenía complacencia, así también él había escuchado desde el bólido de fuego una voz que le decía que así como Juan el Bautista había sido enviado como precursor de la venida de Cristo, así él y su mensaje precursarían la segunda venida. Tales palabras se repitieron varias veces y en varias ocasiones en forma de profecía en diversas reuniones donde Branham estaba ministrando. El evento del río Ohio sirvió de referencia después para algunas interpretaciones por las que algunos llegaron a afirmar, oyéndolo personal­mente yo, que aquello había sido la encarnación del Verbo en William Marrion Branham. En ese mismo mes de Junio de 1933, William Marrion Branham recibió las famosas siete visiones mayores que él sostenía le fueron dichas como cosas que debían ocurrir antes de la ya cercana segunda venida del Señor Jesucristo. Una de ellas tenía que ver con la invasión de Mussolini a Etiopía, y la poste­rior muerte del dictador fascista. Otra tenía que ver con el levantamiento de Hitler, el cual llevaría al mundo entero a una guerra mundial; en la visión aparecía la derrota americana de la línea Sigfrid/Maginot.
Otra visión hablaba del levantamiento del comunismo a partir de Rusia, el rey del norte, el cual absorbería al nazismo y al fascismo.  Una más hablaba del progreso científico, del transporte a control remoto, y de la forma progresiva de los autos asemejándose a un huevo. Otra visión habló de la degradación moral en que caería el mundo, y el desnudismo que haría presa de las mujeres. La sexta visión hablaba del levantamiento de una mujer dictadora, bella y cruel, en los Estados Unidos de América. La última y séptima visión mostró explosiones, cráteres, fuego y devastación por todo el territorio de su nación. Estas visiones se dieron a conocer antes de su cumplimien­to, y hasta el día de hoy (escribo en 1981) no se han cumplido todas. W. M. Branham pensaba que para 1977 ya todas estarían cumplidas. Las reiteradas menciones del año 1977 de parte de Branham, hicieron creer a muchos que en ese año sucedería el rapto de la Iglesia. Otros decían que tres años y medio antes. Se tejieron varias conjeturas alrededor de tal año, sin embargo Branham mismo no aseguró en forma de profecía que tal cosa fuera necesariamente así; lo declaró simplemente como una opinión predictoria personal, advirtiendo que aunque creía hablar con inspiración, no debía tomarse como profecía, ni decirse en su nombre que él decía que Jesús volvería en tal año.


No obstante las advertencias, muchos fijaron fechas, ya en abril, ya en septiembre, ya en noviembre. Pero pasado ese año y los siguientes, aquellas interpretaciones fueron acomodadas, de la misma manera como adventistas y "testigos" ruselistas en el siglo pasado y a principios del presente siglo XX, acomodaron las abortadas predicciones de Miller, el cual honestamente se retractó; luego Russel y Rutherford predijeron otras fechas; los seguidores sin embargo buscan muchas veces remendar el asunto ante la angustia de sus propias conciencias. William Soto Santiago, que usó citas de W. M. Branham para presentarse como el precursado por éste y como el Mesías en Su segunda venida, prometió la translación para 1977; luego "espiri­tualizó" la interpretación y pretendió introducir el Milenio "espiritualmente", presentándose como el Hijo de David, Rey de reyes y Señor de señores, recibido con hosanas y alborozos por sus seguidores en Puerto Rico y diversas ciudades de Latinoamérica. El 22 de junio de 1934, un año después de las siete visiones y la aparición del bólido de fuego, W. M. Branham se casó en Jeffersonville con Hope Brumbach, de la cual le nacieron Billy Paul el 13 de septiembre de 1935, y Sharon Rose el 27 de octubre de 1936. En noviembre de 1936, Branham profetizó la inundación del río Ohio, la cual ocurrió en julio de 1937, y en la cual murieron Hope, su esposa, y Sharon Rose, su hija. W. M. Branham lo interpretó como castigo del Señor por no haberle obedecido cuando un tiempo atrás había asistido a una convención de los "Sólo Jesús" y había sido invitado a predicar a partir de aquella ocasión por todo el país.


El 25 de octubre de 1941, Branham se casó de nuevo en Jeffersonville con Meda Broy, de la cual le nacieron Rebeca el 21 de marzo de 1946, Sarah el 19 de marzo de 1951, y José el 19 de mayo de 1955, quienes junto con Billy Paul le sobrevivieron a su muerte. Preocupado William Marrion Branham porque muchos ministros del evangelio le decían que sus visiones y experiencias sobre­naturales eran del diablo, se apartó a un lugar para orar a Dios y para pedirle que aquellas cosas le fueran quitadas o explicadas; entonces, la noche del 7 de mayo de 1946, la misma fecha en que nacía el Estado de Israel, cuenta él que le apareció un ángel con el cual tuvo una larga conversación y el cual le explicó su comisión diciéndole que era enviado para llevar un don de sanidades a las naciones, para lo cual le sería dada una señal en la mano para detectar las enfermedades; y que si se mantenía fiel llegaría a conocer los secretos de los corazones. El ángel, decía él, le dijo que la segunda señal era para anunciar la segunda venida de Cristo con la manifestación del Hijo del Hombre como fue en los días de Lot, en los cuales, antes de la quema de Sodoma y Gomorra, Dios se apareció en carne a Abra­ham. A partir de aquella fecha, comenzaron las grandes campañas de sanidad divina de Branham, siendo la primera en St. Louis Mo., en mayo del 1946; de allí pasó a Phoenix, Arizona, en 1947 y 1948, predicando y dando su testimonio, contando sus experiencias y orando por los enfermos. Durante 1949 tuvo grandes campañas en Minneapolis, Minesota, y en 1950 en Cleveland, Ohio. A comienzos de ese año, el 24 de enero del 1950, en Hous­ton, Texas, fue tomada la famosa fotografía certificada por George Lacy, examinador de documentos dudosos del F.B.I., en la cual aparecía un halo de luz sobre la cabeza de W. M. Branham. La foto fue tomada por un fotógrafo de apellido Ayers durante una polémica pública sobre el tema de la sanidad divina, sostenida por el Dr. Best, bautista, y el Dr. Bosworth, en el estadio de Houston, de lo cual la prensa dio amplia información.



Muchos se inspiraron en el ministerio de W. M. Branham para sus campañas de sanidad, y salieron haciendo lo mismo por todas partes. Entre los nombres más sobresa­lientes están Orals Roberts, Tomy Hicks y Tomy 0sborn, quien llegó a afirmar en un artículo escrito haber visto a Dios manifestado en carne como en los días de Jesús de Nazareth, obrando a través del evangelista Branham. Éste tuvo también resonantes campañas de sanidad en la India y en el África, donde desafió a los líderes religiosos musul­manes shiitas y de otras religiones, a sanar enfermos y deformados para demostrar la verdad de su religión. William Marrion Branham demostraría en cambio la verdad de Jesucristo, sanando en Su Nombre, a la vista de todos, a un ciego, o a un conocido deforme, lo cual fue hecho. Muchos le compararon con Elías en el monte con los profetas de Baal. La campaña de Sudáfrica fue en octubre de 1951; la de Bombay, India, en septiembre de 1954; ambas tuvieron amplia asistencia y numerosas confesiones de fe que fueron la mayoría canalizadas a organizaciones pentecostales. Willíam Marrion Branham también viajó a Londres donde oró por la sanidad de Florencia Nightinga­le, a punto de morir, la cual era nieta de la fundadora de la Cruz Roja Internacional. Ese mismo año, 1950, viajó a Helsinski, Finlandia, donde a la vista de soldados comunis­tas resucitó en el Nombre del Señor Jesucristo a un niñito atropellado por un automóvil; decía que las lágrimas corrían de los ojos de los soldados, a quienes les instó a creer. En 1955, en el mes de mayo, estuvo en Laussane, Suiza. En 1959 viajó a Puerto Rico; también recuerda un viaje a México. Sin embargo, la mayoría de sus predicacio­nes y correrías fueron dentro de su propia nación. Su itinerario sinóptico se encuentra en un libro titulado: "Huellas sobre las arenas del tiempo", publicado por Spoken Word. Tuvo series notables de reuniones en Jeffersonville, Jonesboro, Conersville, Chicago, W. Palm Beach, Phoenix, Louisville, Los Ángeles, Brighamton, Macon G/a., N. Hollywood, Shreveport, Oklaoma, Edmon­ton, Waterloo, Middletown, S. José (California), Tulsa, Beaumont, South Gate (Cal.), Tucson, Hot Spring, Baker­field, Tulare, Dallas, Tampa, etc. Sus principales temas hasta 1963 fueron, sin embargo, abordados en Jeffersonvi­lle, donde se consideraba en casa. En los demás lugares repetía los temas de sus mensajes en Jeffersonville, y procuraba adaptarse a las condíciones locales.


A partir de 1963 hasta 1965, el año de su muerte, decidió predicar sus mensajes importantes en cualquier lugar, pues estos eran grabados y algunas veces formaban series. Generalmente hablaba más para la audiencia invisible de los casetes que para la visible de las congrega­ciones. De tales grabaciones se obtuvieron sus folletos y libros, acerca de los cuales se pedía la mayor fidelidad; por tal causa, la mayoría de las lecturas no son sistemáticas y es necesario cotejar y seguir el itinerario del mensaje en orden de fecha para comprender mejor la evolución de su pensamiento. Él mismo consideraba su ministerio dividido en tres etapas. Asignaba la primera etapa a su época de campañas de sanidad, cuando ejercía públicamente el don, que le fue dicho por el ángel, en su mano. La siguiente etapa la asignaba a la época en la que había comenzado, sin necesidad de tomar la mano, a discernir los secretos de los corazones de la gente, sus enfermedades, nombres, lugares de procedencia, conversaciones íntimas. Decía él que esta era la espada de la Palabra, más penetrante que toda espada de dos filos, que discierne los pensamientos e intenciones del corazón; y decía también que era la señal del Hijo del Hombre manifestado. Igualmente sostenía que rechazar o burlarse de aquello, era lo que consistía una blasfemia contra el Espíritu Santo. En alguna ocasión, en un mensaje titulado "Acusación", en 1963, acusó a la generación de ministros contemporáneos a él como blasfemos y perdidos. En su mensaje "Almas encarceladas hoy", dado según dijo él, presumiendo, la puerta de la gracia se había cerrado. Según él, en ocasión de una visita a Chicago, el tiempo de América para un avivamiento había llegado a su fin en el año 1956. La tercera etapa de su ministerio sería pues a los perdidos. Fue una etapa largamente esperada, de la cual dijo estar en funciona­miento anticipado, dando como ejemplo algunos milagros efectuados por el simple hablar de la Palabra. El Ángel le había declarado, según él mismo contaba, que la tercera etapa no sería un espectáculo público como las dos primeras. A la etapa final, W. M. Branham la consideraba la de los misterios, la Palabra y la apertura de los sellos en la cúspide de la pirámide. Esto lo hacía considerándose a sí mismo como el séptimo ángel que aparece en Apocalip­sis 10:7, en cuyos días el misterio de Dios sería consumado.


A fines de1962 anunció en su tabernáculo, según una visión, la venida de una nube de ángeles, lo cual testificaba que aconteció el 28 de Febrero de 1963 en el Monte Sunset de Arizona mientras estaba de cacería con Fred Sothman y Gene Norman. Ese mismo día se formó en la atmósfera una nube especial fotografiada por el observato­rio de Flastag, Arizona, y publicada en las revistas "Life" y "Science" del 17 de mayo y 19 de abril de 1963 respectiva­mente. El movimiento branhamita aplica la aparición de la misteriosa nube, en la que muchos hemos visto la similitud del rostro de Jesús, a la formación de ángeles que descen­dieron en aquella ocasión para comisionar a W. M. Bran­ham que estaba en Arizona, a regresar al Este, a Jefferson­ville, donde regresó a predicar "La revelación de los siete sellos", cuyos mensajes, Branham sostenía haber recibido en revelación directamente de una voz desde la columna de fuego en su cuarto de oración. Del 17 al 24 de marzo de 1963, cada noche predicó acerca de un sello. A tal ocasión la identificó en parte con el séptimo sello, la segunda venida de Cristo, por lo cual muchas personas, aún después de la muerte de Branham, y en especial a partir de 1974, consideraron el asunto como la segunda venida de Cristo a la tierra para reclamar a sus escogidos, manifesta­do con un nombre nuevo: William Marrion Branham. Fue principalmente en Latinoamérica, partiendo de Puerto Rico, donde influenciados principalmente por la interpreta­ción de William Soto Santiago, respaldado por Óscar Candelario, Adalberto Pérez y Miguel Bermúdez, que tal movimiento halló cause entre seguidores de Branham, entre los cuales yo mismo estuve personalmente hasta cierto punto y luego me retracté.[2]


A medida que pasaba el tiempo, William Marrion Branham se sentía cada vez más solo y menos respaldado por aquellos ministros denominacionales que inicialmente le habían respaldado en sus campañas de sanidad. Él lo atribuía a la Palabra, diciendo que desde que había empezado a manifestar más abiertamente sus convicciones personales acerca de la Palabra, había sido abandonado. Por su parte, los ministros en las denominaciones o fuera de ellas comentaban que aunque W. M. Branham era un profeta cuando estaba bajo la unción, sin embargo sus enseñanzas doctrinales adolecían de errores. Otros, como Jack Moore, aunque no concordaba exactamente con su doctrina, siempre le daba plena libertad de expresión en su grupo del "Tabernáculo de Ia Vida" en Shreveport, Louisia­na. Así que en realidad algunos le declaraban diabólico y falso profeta; otros, siervo de Dios, pero con algunos errores (entre los cuales estoy yo), y otros le declaraban directamente Dios manifestado en carne, Jesucristo encarnado, de interpretación bíblica prácticamente infali­ble. Cada cual tenemos nuestro argumento. En1961, sin embargo, W. M. Branham se vio obligado a amenazar con abandonar el ministerio, pues se había levantado entre sus seguidores un movimiento que lo consideraba o confundía con Jesucristo; llegando algunos a bautizarse en su nom­bre; pero después de haberles dicho con mucha tristeza que ellos estaban equivocados, y después de hablar personalmente con algunos de ellos, a la semana siguiente continuó sus predicaciones.
Regresaba W. M. Branham de una gira hacia Jefferson­ville donde tenía planeado predicar un mensaje largo sobre "el rastro de la serpiente", cuando le sorprendió en el camino un accidente carretero a consecuencias del cual murió pocos días después, el 24 de diciembre de 1965. Su familia se negó a enterrarlo por bastante tiempo. Algunos otros creían que él iba e resucitar, e inclusive se difundió la doctrina de que él debía resucitar para cumplir la visión de la carpa que mostraba quedar inconclusa. Muchos le esperaban aún guardando para él los diezmos, y negándo­se a aceptar otros ministerios aparte de las grabaciones de W. M. Branham. Una de las razones de tal expectativa era las reiteradas declaraciones de Branham en el sentido de que volvería a correr ese camino otra vez; lo anunció como una promesa.
Años más tarde, alrededor de 1976, William Soto Santiago, en Puerto Rico y por Latinoamérica, dio a entender que aquella promesa era cumplida en su ministe­rio, siendo Soto el anunciado, y originando la costumbre de reunirse en carpas para dar la apariencia de cumpli­miento a la visión inconclusa. Permitiéndolo el Señor, sobre algunos de los tópicos tocados hasta aquí, y sobre otros, nos explayaremos un poco más adelante, para registro y mejor comprensión del movimiento branhamita. Hasta aquí meramente un sucinto resumen de la vida de William Marrion Branham. o


[1]Este capítulo fue escrito en Ciudad del Este, Paraguay, en febrero de 1981.
[2]Ver texto de la retractación en el apéndice.