"Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra".

(Salomón Jedidías ben David, Qohelet 11:1, 2).

miércoles, 22 de junio de 2011

LA PRE-EXISTENCIA DEL VERBO CON DIOS

LA PRE-EXISTENCIA DEL VERBO

"En el principio era el Verbo".18 No dice que el verbo comenzó con el principio, sino que en
el principio era el Verbo. Cuando las cosas tuvieron su principio, allí estaba el Verbo de
antemano, y nada fue hecho sin Él (YO, sin Él "NADA de lo que ha sido hecho fue hecho"73].
Todo fue hecho por Él y "Él es antes de todas las cosas".74 Antes de la tierra, los abismos, las
aguas, los montes y collados, los campos, el polvo del mundo, etc.;75 antes de todas las cosas; y
puesto que todo fue hecho por medio de Él, Él mismo, entonces, es el principio, "Él, que es el
principio",76 "el principio de la creación de Dios",77 "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin... el
primero y el último".78 Y por ser el Principio, es también "el primogénito de toda la creación".79 Es
decir, que antes de toda creación, ya había sido engendrado el Verbo, el Unigénito del Padre,
Primogénito de toda creación.
---18Juan 1:1. 73Juan 1:3. 74Colosenes 1:17. 75Proverbios 8:23-26. 76Colosenses 1:18.
77Apocalipsis 3:14. 78Apocalipsis 22:13. 79Colosenses 1:15---.

Ahora bien, el Primogénito, el Primero, el Principio, es también Unigénito, y lo es, porque su
generación es única en comparación a toda creación. Las cosas todas fueron creadas de la
nada por Su intermedio, pero Él mismo es engendrado directamente en forma inmanente del
Padre, y no vacilamos en decir con la Escritura, desde la eternidad. Él es el Principio, mas Él
mismo no tiene principio, sino que desde la eternidad es engendrado del Padre, siendo la misma
Sabiduría Divina, la Imagen misma de Dios, el resplandor de Su gloria. Dios nunca desde la
eternidad estuvo falto de sabiduría ni de resplandor de gloria; Su sabiduría, el resplandor de Su
gloria, le acompaña desde la eternidad, engendrado en el seno de Dios de una forma única, que
sólo el Padre conoce, pues nadie conoce al Hijo sino el Padre,80 el cual dice: "Yo te engendré
hoy".81. El "hoy" de Dios, no tiene ayer ni mañana, es eterno; él es el Principio y el Fin; Él es el
que era y el que ha de venir. Él dice: Yo soy; Yo te engendré hoy. El que era es el que es; Dios
es inmutable, inmutable Su gloria, inmutable Su sabiduría. Cuando dice: El que era, lo precede
con Yo Soy: "YO SOY EL que era, y que es, y que ha de venir".82 Engendrado hoy.
Cristo mismo declaró Su pre-existencia: "De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham
fuese, Yo Soy";83 (y tomaron piedras para arrojárselas, porque se hacía igual a Dios. "Nadie
subió al cielo sino EL QUE DESCENDIÓ DEL CIELO; el hijo del hombre que está en el cielo".84
"¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir A DONDE ESTABA PRIMERO?".85 "Padre,
glorificame tú al lado tuyo, con aquella gloria que TUVE CONTIGO ANTES QUE EL MUNDO
FUESE".86
"Yo soy el Alfa y la 0mega, el principio y el fin, el pr1mero y el último".87 Por eso leíamos en
Proverbios 8:23: "ETERNAMENTE tuve el principado". ¡Eternamente tuve! He allí la
pre-existencia prolongándose hasta la eternidad pasada.
80Cfr. Mateo 12:27. 81Hebreo 1:5. 82Apocalipsis 1:8.
83Juan 8:58. 84Juan 3:13. 85Juan 6:62. 86Juan 17;5. 87Apocalipsis 22:13.

Miqueas nos profetiza del Él: "...y sus salidas son desde el principio, desde los días de la
ETERNIDAD" (5:2); e Isaías nos lo refiere como: "...admirable, consejero, Dios fuerte, Padre
ETERNO, príncipe de paz" (9:6); y el apóstol Juan como: "...la vida ETERNA; la cual estaba con
el Padre y se nos manifestó".88
Juan el Bautista, que por la profecía sabía a quién precursaba, al propio Yahveh (Isaías 40:3),
dice: El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo (cfr. Juan 1:30).
La carta a los Hebreos asemeja el sacerdocio de Melquisedec con el del Hijo de Dios en que ni
tiene principio de días ni fin de vida.89 O sea, Melquisedec aparece en la Biblia
desconociéndose su Genealogía, sin padre, sin madre, sin principio de días y sin fin de vida; se
le declara ya Sacerdote del Dios Altísimo y no hay noticias del comienzo de su Sacerdocio. Todo
esto lo utiliza el autor de la carta a los Hebreos para asemejarlo al Hijo de Dios, cuyo Sacerdocio
es con juramento según el orden de Melquisedec. ¿Qué se le atribuye entonces al Hijo? ¿Qué
se reconoce de El cuando se usa para Su semejanza la expresión “sin principio de días”? ¡Se le
atribuye eternidad!
Bien, este Verbo pre-existente, engendrado inmanentemente desde la eternidad en el Seno de
Dios, como Su propia Sabiduría, como el Resplandor de Su gloria, es co-existente con Dios.
881 Juan 1:2.
89Hebreos 1:3.