SU COMPLETA RESURRECCIÓN,
ASCENSIÓN, OPERACIÓN
Y REGRESO
ASCENSIÓN, OPERACIÓN
Y REGRESO
El apóstol Juan nos dice en su evangelio: “19Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo y
en tres días lo levantaré.21Mas él hablaba del templo de su cuerpo. 22Por tanto, cuando resucitó
de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y
la palabra que Jesús había dicho".32
---32Juan 2:19,21-22.---
Jesucristo resucitó corporalmente, es decir, levantó de nuevo aquel Templo destruido en la
pasión de Sus padecimientos. Su resurrección no fue tan sólo un espíritu, como sostiene
erróneamente el Ruselismo; Su resurrección fue realmente corporal. Lucas registra: “36...Jesús
se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. 37Entonces, espantados y atemorizados,
pensaban que veían espíritu. 38Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados y vienen a vuestro
corazón estos pensamientos? 39Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved;
porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40Y diciendo esto, les
mostró las manos y los pies. 41Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban
maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42Entonces le dieron parte de un pez asado,
y un panal de miel. 43Y él lo tomó y comió delante de ellos" (24:36-43). Así, pues, Su carne no vio
corrupción, como se profetizaba de Él,33 sino que fue resucitado en incorruptibilidad. Así
resucitado apareció a los Suyos y estuvo cuarenta días entre ellos enseñándoles acerca de Sí
mismo y del Reino, y comisionándoles; entonces a la vista de ellos ascendió corporalmente al
Cielo y se sentó a la diestra del Padre. Es necesario detenernos aquí para asegurarnos, en
contra de los adventistas, de Su ascensión directamente a la diestra del Padre. Los adventistas
se imaginan que Él ascendió tan sólo a un lugar santo y pasó recién en 1848 al Santísimo, pero
esto no es la realidad. Las escrituras claramente dicen:
"El que descendió, es el mismo que también subió por ENCIMA DE TODOS LOS CIELOS
para llenarlo todo” (Ef. 4:10).
"Por su propia sangre, ENTRÓ UNA VEZ PARA SIEMPRE EN EL LUGAR SANTÍSIMO,
habiendo obtenido eterna redención" (He. 9:12); Versión Reina-Valera; en griego: "SANTO".
"Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que TRASPASÓ LOS CIELOS, Jesús el hijo de
Dios, retengamos nuestra profesión" (He. 4:14).
---33Cfr. Hechos 2:26,27.---
"Tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los
cielos" (He. 8:1).
"...Yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono" (Ap. 3:21).
Todos estos pasajes, y otros, se escribieron antes de 1848, fecha de la fallida predicción de
Miller, de la cual se retractó; la cual pretendió acomodar Elena G. de White en los inicios del
movimiento adventista. Los Ruselistas también tuvieron el mismo tipo de falla repetidas veces
después, pretendiendo para justificarlas, una resurrección meramente espiritual, y una Venida
también meramente espiritual de Cristo en 1914; pero Cristo ha estado espiritualmente con
nosotros todos los días hasta el fin del mundo,34 y lo que nos dijo que esperásemos es Su
segunda venida, corporal y en gloría, en las nubes. Jesucristo resucitó corporalmente, como
hemos examinado ya, y ascendió para ejercer en el Santísimo la función de Sumo Sacerdote
según el orden de Melquisedec (He. 8:1-4), preparando lugar para nosotros (Jn. 14:2), y siendo
mediador e intercesor. Él es mediador único entre Dios y los hombres, como HOMBRE.
"Hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Tim.
2:5). Como Hombre verdadero, incorruptible y glorificado, es que volverá. "ESTE MISMO
JESÚS, que ha sido tomado de vosotros al cielo, ASÍ VENDRÁ como le habéis visto ir al cielo"
(Hch. 1:11).
"2Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3Y si me fuere y os prepararé lugar, vendré otra
vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis" (Jn. 14:2,3).
---34Cfr. Mateo 28:20---.
"Y verán al HIJO DEL HOMBRE viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria"
(Mt. 24:30; también ver Marcos 13:26; Lucas 21:27; Apocalipsis 1:7).
Este Santo Ser, Dios y Hombre verdadero, el Señor Jesucristo, al ascender subió a la diestra
del Padre y fue glorificado con aquella gloria que tuvo con el Padre antes que el mundo fuese,35
pues antes de la encarnación, el Verbo estaba con Dios, y entonces se despojó a Sí mismo
haciéndose semejante a los hombres, un poco menor que los ángeles;184 pero después de
realizada Su tarea, resucitó y volvió al Padre para tomar de nuevo aquella gloria que compartía
con el Padre antes que el mundo fuese, siendo el resplandor mismo de ella, hecho, ahora, tanto
superior a los ángeles; pero esta vez, algo nuevo aconteció: puesto que aquel Verbo asumió
humanidad, ahora Su gloria era tomada no sólo en cuanto Verbo, sino en cuanto Verbo
encarnado, glorificando así la humanidad; por lo tanto Dios le dio un Nombre a Jesús sobre todo
nombre, hecho Señor para la gloria del Padre,185 que al glorificar al Hijo es glorificado a su vez
por el Hijo186 que le revela y que en Su segunda venida "15mostrará el bienaventurado y solo
Soberano, Rey de reyes y Señor de señores, 16el único que tiene inmortalidad, que habita en luz
inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto, ni puede ver, al cual sea la honra y el
imperio sempiterno" (1 Ti. 6:15,16).
En este Señor Jesucristo hemos sido la Iglesia también glorificados, pues Él es nuestra
vida y vivimos por Él, por Su Espíritu, y comiendo de Su carne y bebiendo de Su sangre, que son
verdadera comida y bebida para vida eterna y para la resurrección del día postrero.
35Cfr. Juan 17:5. 184Hebreos 2:9.Cfr. 185Filipenses 2:11. 186Juan 17:11. 1871 Co. 10:16.
Él es EL HIJO DEL HOMBRE, en quien Dios reúne y une a Sí a la humanidad. Antes de partir
de nuevo al Padre, el Hijo instituyó entre nosotros el memorial de Su muerte y sacrificio, de
manera que el pan que partimos es la comunión del cuerpo, y la copa que bendecimos es la
comunión de la sangre.187 Asimismo, al ascender y ser glorificado, después de resucitar en
incorruptibilidad, recibió del Padre, para nosotros, la promesa del Espíritu Santo, que a partir del
día de Pentecostés fue derramado plenamente188 en Su Nombre189 para participarnos todo lo
que es de Cristo,190 y por el Hijo, todo lo que es del Padre,191 pues quien honra al Hijo, honra
también al Padre,192 y quien recibe al Hijo, recibe también al Padre,193 y quien tiene al Hijo tiene
también al Padre;194 y puesto que el Hijo está en el Padre, nosotros también lo estamos porque
estamos en el Hijo; sí, por eso mismo estamos igualmente en el Padre, teniendo por el Hijo
entrada, y por el Espíritu.
El Hijo de Díos al ascender y sentarse a la diestra de Díos, LO LLENÓ TODO;196 es decir, no
se halló lugar en Él para la rebelión, ni en toda Su humanidad complicación y sitio para Satanás
príncipe de este mundo; de manera que en Su victoria le desplazó totalmente hacia las tinieblas
de afuera, y le despojó totalmente no dejando lugar para él ni sus huestes de maldad, Venció la
carne, el pecado, el mundo, el diablo y la muerte, y como HOMBRE y para los hombres,
venció, compartiendo Su victoria. "Subió por encima de todos los cielos PARA LLENARLO
TODO". La Iglesia, partícipe de Él, carne de Su carne y hueso de Sus huesos, justificada,
santificada, resucitada y glorificada en Él, sentada con Él en lugares celestiales, es hoy Su
Cuerpo, depositaria de Su plenitud con la que todo lo llena en todo, y por lo tanto, en Su Nombre,
cumple la extensión del Reino, que será manifestado en gloria en aquel día, para manifestar
definitivamente la victoria de Cristo, de manera que Dios lo sea todo en todos.
---188Cfr. Hechos 2:1.4. 189Juan 14:26. 190Juan 16:13-15.
191Cfr. Juan 16:15. 192Juan 5:23. 193Mateo 10:40. 1942 Juan 9. 195Efesios 2:18. 196Efesios 4:10.---
Vemos, pues, la victoria total en Cristo, y ahora, ¿qué hace Él? Mientras Su Cuerpo, la Iglesia,
por Su Espíritu, manifiesta Su victoria, operando en Su Nombre, Él se ha sentado a la diestra del
Padre esperando hasta que todos Sus enemigos le sean puestos por estrado de Sus pies; y el
último será la muerte".197 En Él ya fue vencida la muerte, siendo así las primicias de la
resurrección, el Primogénito de los muertos.198 Ahora espera mientras Su victoria es
comunicada a la Iglesia por Su Espíritu, Su vida, Su carne y Su sangre, para que se forme en
Su Cuerpo la medida plena de la estatura del Varón perfecto,199 de modo que en Su segunda
venida, la incorrupción vista nuestros cuerpos mortales, resucitándolos y transformándolos a Su
semejanza, de manera que podamos encontrarle arrebatados en las nubes en las cuales
vendrá.200 El Reino de los Cielos entonces será establecido definitivamente en la Tierra.
---197Cfr. 1 Corintios 15:25.26. 198Apocalipsis 1:5. 199Efesios 4:13. 2001 Tesalonicenses 4:17.---