INSTANCIAS 1
Salta, Argentina., 1971
Salta, Argentina., 1971
SIN SALIDA
¿Si ves, Señor, que no encuentro una salida?
Y sé que existes Tú;
pero, ¿y Tú?.
¿Debo desgarrarme acaso
para saber que siempre habías estado,
y que mil años en Ti,
de mi tardanza,
no han sido en Ti,
y en mi, ya qué,
si estoy en Ti?
Y sufro para ser;
y cuando sea,
cual nunca haber sufrido.
Y lucho para estar;
y cuando esté,
olvidaste mi falta,
yo, el obstáculo;
y al fin,
Tu voluntad en mi
y yo en Tu voluntad,
mi voluntad.
¿Si ves, Señor, que no encuentro una salida?
Siempre me estoy haciendo nuevo;
y cuando soy
ya tengo vida eterna.
¡Que no venga nadie para turbar mi paz!
Pero mi paz eres Tú,
y Tú vienes con ellos.
Y cuando llegan ellos,
porque por Ti ellos fueron,
mi silencio descubre
que yo aquí,
ellos allá,
y Tú en todos te expandes
sin haber un lugar
que esté lejos de Ti.
Entonces yo me siento
en la posesión de Tu amor,
y Tu amor, que eres Tú,
está en mí
y yo amo;
y soy el que Tú quieres
y soy el que Tú amas
y Tú amas Tu amor
porque fuera de él
no existe nada.
Aun el infierno
es el amor de tu justicia.
Entonces yo amo
cuando los amo a ellos,
porque mi amor que eres Tú
los ha nutrido a ellos;
y ellos, al nutrirse de Ti,
son Tu amor
y en Ti son.
Pero Tú eres en mí
y por eso yo en ellos.
Y Tú y yo,
y yo y ellos,
somos uno:
Tu amor.
Y mi amor es Tu amor
porque Tú eres en mí.
Y cuando eres en mí,
yo soy el que soy,
el que me dieres;
y todo lo tengo
porque todo me lo has dado.
Y Tú eres el amor
que no conoce límite;
y todo lo entregas
para que seamos;
y cuando somos,
Tú en nosotros eres
y vuelve sobre Ti
todo el amor que diste
y lo vuelves a dar
porque siempre eres Nuevo;
y entonces de continuo
y por siempre
recibes Tu propia Novedad.
Y al dárnoslo todo,
nosotros por Ti somos.
Así verdaderamente
has sido el Redentor.